Poco más de 1300 kilómetros nos separan para cargar las pilas en estos dos países llenos de vida y color. Pasea por sus calles peatonales, conoce sus lugares de singular belleza y reserva un poco de tiempo, si te gustan las rutas en bicicleta, para disfrutar del sinfín de itinerarios y eventos que ambos destinos ofrecen a los amantes de las dos ruedas, tanto de montaña como de paseo.
Hay dos itinerarios para llegar a nuestros destinos en autocaravana desde España: desde Irún (Donostia) pasando por los Pirineos y París, o desde Figueres (Girona) por la AP-7 de pago, hasta París y de allí a Brujas. Las carreteras de Francia parcialmente son de peajes, en cambio, las de Bélgica y Holanda son gratuitas.
Comenzamos nuestra ruta de duración aproximada de una semana, por la ciudad medieval de Brujas. Visita la torre más alta de Bélgica sita en la iglesia Onze Lieve Vrouwekerk, escucha el sonido del impresionante órgano de la catedral de Sint-Salvator , sube a la torre de más de 80 metros del recinto Belfort para admirar el campanario y su mecanismo milenario para hacer sonar las campanas y contemplar las vistas de la ciudad. No te pierdas un paseo por la calle Steenstraat y las plazas Markt y Burg, donde encontraremos el Heilig Bloed Basiliek, la reliquia de la sangre de cristo y, de camino, no olvides degustar unos deliciosos bombones belgas.
Podemos pernoctar en un área de autocaravanas muy cercana y con buena combinación al centro, en las coordenadas Gps 51°11’44″N, 3°13’35” E.
50 kilómetros por la E40 nos separan de Gante, próxima parada. Cautívate del entorno y monumentos de esta ciudad menos turística pero muy recomendable de visitar. Recorre la plaza Sint-Baafs y las calles de los muchos mercaditos de muy variados productos que oferta la ciudad.
Continuando por la misma carretera E40 y a poco más de 50 kilómetros llegaremos a la principal sede administrativa de la Unión Europea, Bruselas. Antes de entrar en la ciudad, en el barrio de Heizel, podemos visitar el famoso monumento Atomium, construido con motivo de la Exposición Universal de 1958. Una vez en la urbe del cómic , de la originalidad, del Art Nouveau y Art Déco, visitaremos sus iglesias, museos y plazas como la de Grand Place Bruselas, el Centro Belga del Cómic o el edificio de la Comisión Europea, entre otros.
Foto extraída de elrincondeltaradete.blogspot.com
Terminamos nuestro paso por territorio belga visitando Amberes, a 55 kilómetros de distancia. Descubre su centro histórico, su plaza mayor y su catedral con una estilizada aguja de más de 100 metros de altura.
Podemos pernoctar y descansar en el área de autocaravanas, en las coordenadas Gps 51° 11′ 22” N 4° 24′ 02” E.
Avanzaremos en nuestra ruta cruzando la frontera hacia Holanda, en donde no encontraremos puestos de control fronterizo entre ambos países. Buscaremos la A16, para llegar, en unos 100 kilómetros, al primer destino de nuestra ruta perteneciente a los países bajos, Rotterdam, la ciudad de las mil caras y de los edificios curiosos como el Kubus-Paalwoningen, edificación a base de cubos o el Het Potlood, un alucinante edificio en forma de lápiz.
Podemos ir a pernoctar al área de autocaravanas de Alblasserdam, en las coordenadas Gps: 51°51’40.57″N, 4°39’24.78″E.
Continuamos por la A13 para visitar la tercera ciudad en importancia del país y sede del gobierno, La Haya. Visita sus incontables edificios, palacios, plazas y parques históricos de los que destaca el palacio Huis ten Bosch, el palacio Noordeinde o el complejo Binnenhof , sede del Parlamento.
70 kilómetros por la A12 para llegar a Utrecht, el corazón de Holanda. Explora la ciudad dando un paseo por sus canales, descubre sus fachadas históricas y sube a la torre Dom, de 112 metros de alto, para admirar las vistas desde lo alto.
De aquí nos dirigiremos a nuestro último destino de la ruta, Ámsterdam, atractiva por la combinación perfecta de una metrópoli moderna y su ambiente histórico del SXVII. No te pierdas la casa de Ana Frank, el museo de Van Gogh o las plazas particulares que posee la ciudad.
En definitiva, países llenos de edificios singulares, de rincones dignos de postal, de jardines perfectos… en donde la mezcla de lo antiguo y moderno se fusionan perfectamente para poder llegar a ser el deleite de sus visitantes.